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Llueve en el Gan

¿Quién puede ponerse triste cuando llueve?

Si la lluvia es lluvia solo por cantar...

Canta en la vereda, canta en la ventana,

canta en los charquitos que hace al cantar.


La lluvia se asomó a las kitot de dos y tres años. En la hora de plástica, les abrimos las ventanas y la invitamos a jugar.



¿Cuántos azules encontramos para inventarnos una lluvia de papel?: ¡miles!

¿Y qué hay de las formas?: ¡todas diferentes! Cortar con las manos no es igual que usar la tijera.

Una mañana de octubre, la lluvia fue la excusa para el azul y las flores; y la morá Sol les ofreció a los niños de las salas de dos tres y años una propuesta a tono con el clima, la producción de hermosos collages.

De esta manera, el Espacio Curricular de Educación Artística se convierte en una oportunidad para que nuestros talmidim ensayen miradas diferentes sobre el mundo, eligiendo también, sobre qué pequeña porción de él detener la atención.




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