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Shemot para los alumnos de la Kitá Alef

El nombre judío que uno recibe de su familia, igual o más que el nombre que se usa en la diáspora, es muy importante. Dice la tradición que el shem ivri ayuda a la unión del cuerpo con el alma, y también que hay una conexión profunda entre las almas del chico y la persona tras quien fue nombrado.



En kitá alef, el primer grado de la primaria, además de un Seder de Pesaj representativo, esta semana todos los chicos recibieron su nombre en hebreo. Fue un momento muy emocionante para los chicos, acompañados con la presencia de sus padres y abuelos. En el templito, cada talmid y talmidá fue llamado adelante y además de una tehudá – un certificado – y de sacarse fotos con sus morot, los papás se llevaron un regalo especial: las matzot que los pequeños hicieron en esta ocasión, en el aMATZAndo.


A partir de ahora, los chicos serán llamados por sus nombres hebreos en las horas de clase de judaica ¡Mazal tov a los chicos y a las familias!

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