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Biur Jametz en el patio

Antes de entrar en receso escolar, el lunes se realizó en el Colegio un último y especial rito de preparación para el Pesaj. Según la halajá, se ordena que todos los productos fermentados de los cinco cereales principales - trigo, cebada, espelta, avena y centeno -, como galletas, pan, fideos, cerveza, etc. sean quemados o molidos en migas muy pequeñas y puestos en el viento o al mar.


Por eso, durante la semana los alumnos juntaron en sus casas las migas y otros productos fermentados para traer a la escuela y quemarlo en una gran fogata ubicada en el patio principal de ingreso, junto a toda la comunidad escolar. “Lo que a principio parecía algo medio raro, como armar una fogata en el patio, se volvió una hermosa tradición con el pasar de los años. Hoy los chicos esperan mucho este momento, juntan el jametz en la casa para traerlo a la escuela; es un evento hermoso”, cuenta la mora Daniela, directora del primario.


El rabino Marcelo Polakoff condujo la ceremonia en que una a una, cada kitá - desde el Gan hasta el secundario - se acercó al centro del círculo para tirar su jametz al fuego. Luego, se realizaron las brajot correspondientes, además de otras canciones tradicionales del Jag de Pesaj: "Kal hamirá deiká birshutí… toda levadura o sustancia fermentada, que se halla en mi poder, la que vi y la que no vi, la que eliminé y la que no eliminé, sea anulada y considerada como el polvo de la tierra" ¡Amén!

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