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Aventuras imaginarias en el Gan

Una vez por semana, los pequeños y grandes del Gan Ierushalaim tienen un delicioso cambio de rutina. Cuando llega el moré Juan, los chicos ya saben que es hora de la Educación Física!


Sentados en rueda mirando hacia el moré, parado en el medio, los alumnos escuchan sobre la actividad. Pronto todos se ponen alrededor de una gran tela amarilla y, tocándola, caminan ordenados hasta otros espacios del Gan. Entre risas y muchos movimientos, el moré Juan logra que todos hagan ejercicios mientras juegan. Con mucha imaginación, los pequeños alumnos viven aventuras sobre sillas que son montañas, debajo de mesas que son cuevas y enfrentan monstruos terribles en la kita.


“Partiendo de una historia, vamos a pantanos, ríos, bosques… También tengo otro trabajo que es con piratas, por supuesto que resaltando la parte buena del pirata, ¿no? La valentía, el compañerismo, el sentirse unidos”, cuenta el moré. Las actividades están pensadas para que los chicos desarrollen la coordinación, las trayectorias, los niveles espaciales y el equilibrio, además de otras habilidades.


Cuarenta minutos después, es hora de ir al patio. Se termina la actividad, ¡pero no la diversión! Los chicos dejan la tela amarilla y hacen crol, imitando cocodrilos hasta la puerta del patio soleado, en donde siguen jugando al fútbol, construyendo formas con baldes y arena o trepando en los juguetes de muchos colores.


¡Hasta la semana que viene, moré Juan!

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